Hola mi querida poderosa, hoy quiero compartirte algo:
′No tienes que darte cuenta de todo, no tienes que ser súper madre, súper esposa, súper ama de casa, súper profesional, súper mujer...
Ya que, cuando tu cuerpo pida arreglo, serán pocos los que recuerden que trataste de ser todo para ellos en una sola persona.
Así que, deja la casa para después; ve a caminar, ve al parque, comienza el gimnasio, cómprate una lonchera, ve al salón, duerme hasta más tarde, ponte la ropa que te gusta, deja de pensar en el qué dirán, sé tú, cuídate, ámate, elígete y hazlo exclusivamente por ti, no es egoísmo, es amor propio.
El hijo crece, el marido a veces se va, en el trabajo encontrarán un remplazo fácil, la casa se va a ensuciar de nuevo, pero tú, puede ser que no tengas una segunda oportunidad.
Leído en Facebook
El texto anterior lo leí en la red, le hice algunas correcciones que creí pertinentes para mejorar su redacción, pero no alteré ni la forma, ni el fondo. Sinceramente me hizo reflexionar y se los quise compartir.
Me quiero ir por partes, el texto me llamó mucho la atención porque considero que tiene mucha razón, no tienes por qué esforzarte al máximo por ser alguien SUPER en todos los aspectos, tú ya eres perfecta así como eres, sí claro, siempre se puede mejorar, puedes prepararte para avanzar en tu área laboral, puedes prepararte más en lo relacionado a la crianza materna, puedes mejorar como persona con lecturas, terapias, ejercicios y más y todo lo anterior te hará mejorar como pareja, el hecho es que NO TIENES QUE SER PERFECTA, no lo hagas buscando esa perfección, hazlo buscando un crecimiento, haciéndolo por ti primero, no por los demás, escucha tu voz interior y prepárate en el área que te indique esa vocecita.
Sí, es verdad, te he dicho en algunos de mis post de Instagram y Facebook que no le creas a tu cabeza todo lo que te dice, pero la voz interior siempre te indica un camino que te hace sentir bien, la otra vocecita a la que no debes hacer caso, siempre te hará sentir mal, así de fácil puedes reconocerla. Al final, uno puede moldear sus pensamientos y elegir los adecuados.
Y es grandioso que quieras estar para los demás, sin embargo, lo que nunca debes olvidar es que también tienes que estar para ti, también debes tener tus tiempos de descanso, de esparcimiento, también debes hacer ejercicio, tener una alimentación adecuada, también debes dedicarle tiempo a tu autocuidado, porque a final de cuentas si tú te enfermas, no podrás estar para los demás e incluso, puede ser que quizá por quienes te desvivías no estén para ti y aunque tú des de manera desinteresada, sin esperar que otros estén para ti, es importante que te cuides, que pongas atención a tu salud y bienestar. Cuídate primero tú, para que puedas cuidar de los demás.
Claro, si tienes hijos y tus hijos están pequeños estoy de acuerdo que vives una etapa muy demandante, pero recuerda que también es sano pedir ayuda, darte, aunque sea unos minutitos para respirar, para pensar en ti y recordar siempre que todo va a pasar, que todo va a mejorar, que paso a paso irás teniendo un poco más de tiempo.
Es importante que aprendamos a pedir ayuda, en cualquier circunstancia que estemos, también es importante aprender a recibirla, porque a veces nosotros mismas somos las que nos colgamos esa etiqueta de ‘tener que poder con todo’ y alejamos a todos aquellos que desean o pueden colaborar, dales la oportunidad y date la oportunidad, eres HUMANA, es válido ejercer tu humanidad, es válido descansar, es válido no ser perfecta.
Haz lo posible por comprar también cosas para ti, no solo para los demás, aunque te encante invertir tu dinero en otros, también es necesario invertir en ti misma, lo vales y lo necesitas.
Ahora, por último, me gustaría abordar esa parte al inicio del texto que hace referencia a que ‘la casa se volverá a ensuciar’ y no, no me brinques al cuello, no se trata de que vivas en un entorno sucio porque dentro de poco volverá a estar sucio, se trata de encontrar un sano equilibrio entre limpiar y hacer lo que tanto te gusta.
Hace tiempo hice un post similar en mi Facebook personal y varias amigas y conocidas me saltaron diciendo que estaban más tranquilas con un entorno limpio porque si no, no podían descansar y creo que esto siempre se mal entiende, porque no hace referencia a que nunca limpies, más bien se refiere a que busquemos un balance entre los tiempos de limpieza y los tiempos que nos dedicamos a nosotras mismas, quizá los platos sucios puedan esperar unos minutos más a que termines de ver ese capítulo de tu serie favorita o pueden esperar a que juegues con tus hijos o sobrinos. Quizá no es necesario que sacudas diario tu casa, puedes sacudir un día y el otro usar ese tiempo para ti y así sucesivamente, no sé, cada quién sabe sus tiempos, sus ritmos, sus gustos, el caso es que no seamos tan estrictas con algunas situaciones, que nos permitamos divertirnos, descansar, estudiar, en fin, usar el tiempo lo que deseemos.
De repente el mundo ve mal que deseemos dedicar tiempo a nosotras mismas, considera que somos egoístas, pero egoísmo no es atender tus necesidades, egoísmo sería poner tus deseos sobre las necesidades de los demás (necesidades no se refiere a antojos, chantajes o berrinches), así que, si necesitas descansar, tomar una ducha tranquila, ponerte un facial, leer, dormir más… lo que sea, date la oportunidad.
No eres perfecta, pero así eres maravillosa y está bien.