La ventaja de vivir cerca de un hospital
- Magnolia Power
- 3 abr
- 2 Min. de lectura

Sí, vivo muy cerca de un hospital. Eso significa que el sonido de las ambulancias es parte del paisaje sonoro de mi día a día. Y aunque pueda parecer extraño, le he encontrado un lado positivo. Quédate hasta el final, porque estoy segura de que terminarás coincidiendo conmigo en que, al menos, tiene una ventaja.
No voy a mentir: hay días en los que el ruido me molesta. Al final de cuentas, la sirena está diseñada para alertarnos, para sacarnos de nuestra burbuja y hacernos reaccionar. Y cuando ya traes el estrés encima, cualquier sonido fuerte puede sentirse como la gota que derrama el vaso.
Pero lo que más me desespera no es la sirena en sí, sino ver cómo a veces no dejan pasar a la ambulancia. Eso sí que me indigna. No es solo ruido, es una emergencia. Alguien allá adentro necesita ayuda urgente y cada segundo cuenta. Así que, por favor, la próxima vez que escuches una ambulancia, haz lo posible por darle paso. Créeme, aunque tengas que desviarte un poco, vale la pena si con eso ayudas a salvar una vida.
Ahora bien, respecto a la ventaja de vivir cerca de un hospital, no, no es la tranquilidad de saber que tengo atención médica a la vuelta de la esquina. Es algo más profundo…
La verdadera ventaja es que cada vez que escucho una ambulancia —sí, esa misma que a veces me estresa— me llega un recordatorio poderoso: yo estoy aquí, en casa, quizá comiendo, descansando, viendo una película. No soy yo quien va dentro de ese vehículo ni quien espera en ese hospital cuyas luces veo todas las noches.
Así que cuando me encuentro atrapada en la desesperación del día a día, trato de hacer una pausa y pensar: "Estoy bien, tengo salud, y lo demás tiene solución." Y dime tú si eso no es una ventaja, porque ¡qué fácil se nos olvida agradecer lo que sí tenemos!
La próxima vez que escuches una ambulancia o pases frente a un hospital, detente un segundo. Agradece, manda un buen deseo —a tu manera— y, si puedes, cede el paso. Nunca sabes cuándo podrías ser tú quien necesite que alguien más haga lo mismo.
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