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Foto del escritorMagnolia Power

Las mujeres de la revolución mexicana

Mi abuela le contó a mi mamá que en la familia hubo una Adelita, de esas que andaban en plena lucha, a caballo, con rifle y que solo por las noches llegaba a visitar a su familia. Mi abuela no se acuerda mucho porque ella estaba chiquilla cuando todo aquello sucedía, así que, al final no sé tanto como quisiera de aquella valiente mujer, aún así, a ella le dedico este texto y el video disponible en mi canal de #youtube.

Quizá en la familia de muchas de nosotras habrá sangre de Adelita, pero ¿quiénes eran ellas?... la historia está plagada de nombres de héroes que desde muy pequeñas aprendemos: Emiliano Zapata, Francisco I. Madero... pero ¿y las mujeres? ¿y sus hazañas?, a ellas se las comió la historia, poco sabemos de sus aportaciones, víctimas de su tiempo, reducidas a ser un mero detalle pintoresco, como en casi todas las guerras.



La revolución mexicana estalló en 1910 con la idea de que la balanza se nivelara, que acabaran las desigualdades, que la gente tuviera más oportunidades, más tierra, más libertad. Los hombres se levantaron en armas Y LAS MUJERES también; algunas de ellas se quedaron a proteger lo que tenían, otras se fueron a pelear a lado de sus padres, hermanos, hijos y esposos, algunas más tomaron las armas por puro patriotismo a pesar de tanta desventaja que tenían por el solo hecho de ser mujeres.


Aquel México era machista, estaba plagado de prejuicios incluso entre mujeres; pero a aquellas valientes no les importó, soportaban peligros, hambre, sol, inclemencias del tiempo además de ser más vulnerables que cualquiera, tenían que ser más astutas para sobrevivir y librarse de las violaciones tan comunes de aquellas revueltas, algunas por eso mismo actuaban como “hombres” para ser desagradables a otros y poder estar en paz. Fueron valientes, temerarias, fueron soldadas, fueron espías, fueron también madres, esposas, hermanas. Peleaban a balazos y también se encargaban de la alimentación, ellas fueron la llama viva de aquella revolución.

Se les conoce como “Adelitas” por ese corrido tan famoso hasta nuestros tiempos, pero en las batallas eran soldaderas y soldadas.

Las Soldadas se creía que eran de un rango social más alto porque podían tener su propio caballo, ellas se enlistaban formalmente y de acuerdo a su astucia miliar podían subir de rango, ellas luchaban en los campos de batalla e incluso espiaban al enemigo. En cambio, las soldaderas no se enlistaban, no tenían caballo y tampoco portaban armas, por lo general solo se encargaban de alimentar al ejercito entre otras labores.




Entre las mujeres hay nombres poco menos conocidos pero sí hay algunos que a la fecha quedan en la memoria tales como Valentina y Adelita, las más conocidas, quizá pasaron a la historia por su destacable belleza según lo mencionan en sus corridos, pero esa no fue su cualidad principal, sino la de ser valientes guerrilleras y grandes estrategas.

María Valentina de Jesús Ramírez Avitia, conocida como Valentina Gatica o solo LA VALENTINA se unió al movimiento revolucionario bajo las ordenes de Ramón Iturbe quien le otorgó el título de Primer Teniente por sus méritos en batalla, era valiente, decidida, según dicen vestía de hombre y siempre andaba armada. Llegó a ser coronela de caballería

Adela Velarde Pérez: hija de un señor rico de Ciudad Juárez, se unió a la revolución en contra de su familia cuando era una adolescente, su vocación estuvo en la medicina, unos dicen que fue creadora del grupo revolucionario “Las adelitas”, mujeres que hacían de enfermeras para quien lo necesitara, otros dicen que más bien ella se unió a un grupo de enfermeras de la Cruz Blanca, era eficiente y diestra para atender a los heridos. Ella es la famosa "Adelita" de la canción

Ellas fueron las más conocidas pero no las únicas, también destacan algunos otros nombres que me permitiré mencionar


Doña Juanita: fue madre de un héroe revolucionario, pero por su cuenta ella organizó un grupo que conseguía municiones y alimento.

Rosa Bobadilla: sufrió de primera mano las injusticias por las que decidió pelear, se fue a la lucha a lado de su marido Severiano Casas, quien fue nombrado coronel por Zapata, ella, como era costumbre adoptó el nombramiento de su marido, por lo que fue llamada “Coronela”, aunque también conservó el rango militar, logrando ganarse también el respeto de la tropa de 200 campesinos que estuvo a su cargo. Rosa, no solo estuvo en la batalla, también educó a sus hijos y muy a pesar de la muerte de uno de ellos, siguió en la lucha ganando muchas batallas contra federales y realizando hazañas en pro de las mujeres revolucionarias. En 1916 Zapata le otorgó un predio que hasta la fecha se conoce como “La Coronela” en Cuernavaca. Rosa fue siempre respetada y fue todo un personaje que hasta sus últimos días portó sombrero charro, fuete, cananas, carabina y vestido de percal.

Clara de la Rodia: Junto con su papá apoyó a Madero, juntos estuvieron en la toma de Culiacán el 2 de mayo de 1911, se dice que tenía una excelente puntería, casi tan certera como francotiradora, así que con su ayuda acabaron con los federales; ella alcanzó el grado de Coronel y se dice que su peinado inspiró al que portaba la princesa Leia de la Guerra de las Galaxias; Clara lo recogía a los lados para poder tener mejor puntería sin que nada le estorbara.




Carmen Parra conocida también como “La coronela Alanís” combatió en la revolución y después de ella participó en agrupaciones feministas; ella solía trasladar parque a las filas revolucionarias e incorporaba elementos para las batallas entre otras cosas. Fue comisionada para obtener la amnistía de algunos revolucionarios que estaban en El Paso Texas y para otros Villistas. Sus labores en agrupaciones feministas fueron en pro del respeto de sus derechos laborales y la plena ciudadanía de las mujeres.

Chepa Moreno y Dominga Ramírez se dice que ellas fueron primero federales y luego se pasaron a las tropas revolucionarias.

La Güera Carrasco: Se dice que ella era muy adinerada y que además de ser soldada, también contribuyó económicamente a la causa de la revolución.

Carmen Vélez, alias la Generala se levantó en armas durante la revolución, se dice que tenía recursos propios porque su padre era rico, tuvo al mando una tropa de 300 hombres, además propició cambios de autoridades e incluso abolición de diversos impuestos.

Petra Herrera y María Cadena: fueron comandantes y tuvieron sus propios seguidores. Se dice que Petra Herrera era conocida también como “Pedro”, su liderazgo era tal que participó en batallas a lado de cientos de mujeres; al final se dice que Villa no le quiso dar el cargo de general y ella formó su propio grupo de mujeres.

Amelia Robles: conocida como Amelio, la coronel que se vistió de hombre. Se dice que fue muy querida por Zapata y que se unió a la revolución más con fines de libertad que ideológicos, tal como decía “vino la bola y me fui a la bola, al principio no dejó de ser una mera locura, pero después supe lo que defiende un revolucionario” Se dice que era de familia adinerada, pero que cuando su padre murió y su madre se casó, no se sintió muy cómoda. Desde niña mostró destrezas para trabajos más de hombre e incluso desde niña también le gustó más vestirse como hombre. Durante la revolución recibió condecoraciones y después de ella se dedicó a la ganadería y agricultura, siendo ya conocido como Amelio Robles. Siempre vivió abiertamente su preferencia sexual, su pareja se llamó Ángela Torres e incluso tuvieron una hija adoptiva Regula Robles Torres. Sin duda ella fue pionera en los derechos de libertad sexual, además de revolucionaria.





Angela Jimenez, alias Teniente Angel: destacó por ser experta en explosivos, a veces también fue espía e incluso cocinera, se dice que fue hija de una zapoteca y un español. En una ocasión, los federales en busca de rebeldes catearon su casa e intentaron violar a su hermana quien con una pistola mató al soldado y después se mató ella, tras ver eso juró matar federales, se vistió de hombre y se hizo llamar Ángel, se unió a la revolución junto con su papá.

Carmen Serdán: Esposa de Francisco I. Madero, quien incluso tras enviudar continúo con la lucha aportando municiones, armas y alimentos a las tropas, realizaba otras actividades bajo el nombre de Marcos Serratos y también realizó actividades como enfermera.

Hermila Galindo: pionera feminista mexicana, maestra, periodista, revolucionaria y primera candidata a diputada federal. Defendió los derechos de las mujeres de muchas maneras, incluyendo una revista llamada “Vida Moderna” por medio de una revista llamada “ A la par de las soldadas y soldaderas, también hubo reporteras, escritoras, damas de sociedad que aportaban información, dinero y municiones, hubo enfermeras y muchas mujeres que aportaron mucho más a la causa que lo que se ha creído, sí, cocinaban y criaban a los hijos, pero también hicieron mucho más que aquello que la historia nos contó.

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