Sí, hay días malos, a veces los ríos se desbordan, se convierten en mares de agua salada y no podemos parar. A veces no sabemos por qué empezó todo, ni cómo parar. Simplemente la energía está baja y todo tiene que funcionar de manera normal, pero, no hay como tal una normalidad, al menos no esa a la que estábamos acostumbradas o medianamente acostumbradas.
Y sí, una cosa es cierta, tenemos que adaptarnos, el consejo: pensar en que todo esto va a durar para siempre, aunque no sea alentador, pero nos preparará para dejar de flagelarnos y todo lo que mejore será ganancia. Sin embargo, no es fácil hacerlo, lo estamos haciendo bien, pero todas tenemos un ritmo diferente, un modo diferente, demonios interiores, cosas en la cabeza y pocas distracciones.
Una crisis para la que no estábamos preparadas nos explotó y quizá traiga consigo otras más, pero sin echar la cabeza a volar, lo que es cierto es que de momento estamos distanciados, no podemos ver o abrazar a los que queremos, no más allá de las pantallas, pero, aunque a veces parezca difícil verlo, ha habido muchas cosas buenas que también han surgido de toda esta situación. Por ejemplo: hemos tenido calma para reflexionar; posiblemente después de todo esto volveremos a mirar a la cara dejando de lado los celulares que nos interrumpían del “aquí y ahora”; también hemos logrado contener un poco la situación sin desbordar los servicios de urgencias; hemos comenzado a valorar el trabajo de muchas personas; hemos encontrado formas de ayudar; hemos tenido que parar para cuidar mejor de nosotras, de los que nos rodean e incluso para reconocernos y darnos cuenta de todo eso que nos pasa interiormente.
Mirar hacia el interior quizá no es tan bueno en esta circunstancia de “encierro”, pero si no pasaba así, posiblemente nunca lo habríamos hecho dado que siempre estamos rodeados de mil distracciones: trabajo, tráfico, fiestas, alcohol, reuniones, estrés.
Ver hacía dentro de nosotras mismas nos ayuda a conocernos mejor, nos ayuda a estar mejor y si de pronto te has dado cuenta de que no puedes sola, no temas a pedir ayuda, no todo depende del dinero, puedes empezar charlando con amigas, meditando con guías que encuentras en internet, haciendo yoga y haciendo un plan para posteriormente buscar a un terapeuta que te ayude a mejorar.
Mientras tanto, te voy a pasar algunos consejos para sobrellevar esos terribles días malos que todos tenemos y que no deben de hacerte sentir culpable, no tienen que ver con que seas mal agradecida, tienen que ver con que eres humana, pero, si pones de tu parte, saldrás adelante triunfante.
1.- Lo primero que tienes que hacer es dejar de ser tu peor enemiga, deja de pensar en esas cosas que te perjudican, deja también de hacer esas cosas que te perjudican (fumar y beber en exceso solo empeora las cosas, por ejemplo).
No te tortures tampoco con sentimientos, acéptalos, déjalos que fluyan y que se vayan, no te los quedes, no te los guardes, no trates de contenerlos, dicen que lo que niegas te esclaviza y lo que aceptas te ayuda a avanzar.
Acepta el sentimiento, vívelo y déjalo ir.
Ah y aléjate un poco de esos grupos de whatsapp (o de cualquier otro sitio) que solo te agobian con situaciones negativas, con sobre información, con quejas, no te sientas culpable por dejar un grupo de whatsapp, así como Facebook no es la vida, los grupos de whatsapp no son símbolo de cariño, amor o respeto, son solo una manera de agrupar algo que a veces funciona y otras no.
2.- No te abandones a ti misma: levántate, desayuna rico, come bien, báñate, arréglate, ponte esa mascarilla, hazte pedicura o manicura, date esa ducha tibia, ponte esa blusa o vestido que tanto deseas aunque no salgas, hazlo por ti y que ese sea tu mantra: lo hago por mí, lo hago por mí.
3.- Trata de no sobre pensar las cosas, no pienses en si habrá más crisis, no pienses en si todo estará peor, no pienses en si se afectará tu vida, no te pongas a crear escenarios deprimentes y apocalípticos, ve tomando un día a la vez, si el día de ayer fue malo déjalo ahí, no lo lleves al día siguiente, es más, ni siquiera lleves el mismo sentimiento a la siguiente hora, trata de mejorar, trata de FLUIR.
Y con ‘Fluir’ me refiero a lo que mencioné anteriormente, no niegues las emociones, acéptalas, vívelas, déjalas ir e intenta mejorar.
Y si llega el miedo es normal, la incertidumbre es mucha, pero ese no es el problema, el problema es entrar en pánico porque eso nos lleva a hacer cosas absurdas como romper las reglas sanitarias o cosas por el estilo.
Muchos tratan de negar el miedo siento valientes, pero, eso nos puede llevar a hacer cosas locas y a dejarnos sin protección, así que relájate, no alimentes el miedo, espera lo mejor, cuídate y no te inventes catástrofes. Si piensas que lo peor te va a pasar, quizá solo vasa vivir sufriendo, tendrás días terribles y al final te habrás torturado para nada.
4.- No te sobre informes, creo que lo he dicho mucho y lo he leído hasta el cansancio, pero es la única forma de no entrar en pánico, sí es bueno conocer y saber, pero busca solo las fuentes oficiales, no te claves en lo que dicen en Facebook o en los grupos de Whatsapp o en los videos de youtube, si la fuente no es oficial, posiblemente habrá muchas mentiras.
Así que, no te satures.
Y si hay algún perfil de alguien que te agobia, ocúltalo, crea tu propia red de información o entretenimiento, aléjate de quien debas hacerlo, hazlo por ti.
5.- Seguro la ansiedad está aumentando en estos momentos, está apareciendo en personas que no sabían qué era esto, así que, intenta manejarla precisamente con datos realistas de todo lo que está pasando. Puedes escribir también lo que te pasa y lo que te hace sentirte con miedo y así te darás cuenta de si se trata de un miedo real o “imaginario”, recuerda que la ansiedad puede venir de anticipar cosas negativas a futuro, o sea, pensar en algo malo que no está pasando.
La ansiedad también puede venir de la sensación de falta de control que toda esta incertidumbre puede generarnos y para esta opción puedes alinearte a cierta disciplina diaria que te ayudará a tener un poco de control. Ordena algo, planea algo, organízate en el día a día, crea una rutina y luego cámbiala por otra si lo deseas para que no te canse, pero se disciplinada.
Y otra situación que nos causa estrés son esos bucles de pensamientos negativos que nos centran quizá en eso que queremos hacer pero no podemos o en alguna otra cosa; lo mejor para esto es estar alerta, identificarlos y frenarlos, así pues cuando pienses en que: no soportas la situación y quieres salir, puedes frenarte pensando en que ya pasará, que pronto estarás mejor y que puedes aprender a sobrellevar lo que está pasando.
6.- Si estás pasando la cuarentena con alguien, habla de tus sentimientos, expresa tus temores, tus dudas, te ayudará a sentirte liberada y después darán paso a otros temas que de seguro les harán el momento más ameno. Pueden hablar de planes por realizar, de anécdotas, de películas o canciones favoritas, siempre hay algo qué descubrir, es una buena oportunidad para tener una buena convivencia de pareja, de roomies, de familia ¿Y si estás sola? Por qué no tener una muy buena charla por teléfono o por internet.
Y por último, déjame decirte una vez más y cuantas veces sea necesario que TODO VA A ESTAR BIEN y me lo digo a mi misma, porque obvio que también tengo días malos, raritos y muy malitos, pero a final del día se van, todo pasa, todo mejora.
Cuida de ti, eso incluye a tu MUY importante SALUD MENTAL, no te digas nada negativo y te lo pongo de la siguiente manera: no te digas nada que no le dirías a tu mejor amiga.
Tampoco dudes en pedir ayuda profesional si la necesitas, hay muchos psicólogos que incluso están dando sus terapias vía video llamada y para el momento que vivimos funcionan muy bien.
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